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Cuando se definen de manera general las funciones de los departamentos de Tesorería o Financiero de cualquier grupo de empresas, seguro que encontramos objetivos como “optimización de saldos”, “simplificación de gestión de tesorería”, “reducción de costes financieros y administrativos”, etc.

Todos estos conceptos pueden gestionarse a través de los sistemas de centralización de saldos o cash pooling. Bajo esta denominación genérica encontramos diferentes sistemas de gestión tesorera, que tienen como nota común la existencia de una cuenta centralizadora o tesorera y un determinado número de cuentas satélites o periféricas. En función de la operativa que se genera entre la cuenta tesorera y las cuentas periféricas, podemos diferenciar los siguientes tipos de cash pooling:

• Traspaso movimiento a movimiento: todos los movimientos que se produzcan en las cuentas periféricas se trasladan al final del día contable uno a uno a la cuenta tesorera. Ésta es la única cuenta sobre la que se realiza la liquidación de intereses al final del período correspondiente.
• Traspaso por valoración: al final del día contable se realiza para cada cuenta periférica y para cada fecha valor diferente un traspaso a la cuenta tesorera, que es la única que liquida intereses. Dentro de esta modalidad distinguimos:
  
  
  • Traspaso con retorno: al inicio del día contable la cuenta tesorera devuelve el saldo posición a la cuenta periférica.
  • Traspaso sin retorno: el saldo se mantiene en la cuenta tesorera.
• Netting: se realizan sólo los traspasos necesarios para que las posiciones acreedoras cubran posiciones deudoras, de acuerdo con parámetros prefijados por la propia empresa. En este sistema no existe una cuenta tesorera sino que todas las cuentas operan al mismo nivel realizándose traspasos de ida y vuelta, y con liquidación de intereses en todas las cuentas.

La elección de qué tipo de sistema de centralización requiere un grupo de empresas dependerá de cuál sea el objetivo principal que se esté buscando (disminución de costes financieros, optimización de saldos, reducción de carga administrativa…) y del tipo de operativa que realicen las diferentes cuentas o unidades de negocio que integren el grupo.

Finalmente, cabe mencionar que existe la posibilidad de combinar diferentes tipos de sistemas de centralización, estableciendo diferentes niveles.

Como conclusión, destacar la idea que los sistemas de centralización de cuenta son herramientas básicas para la gestión eficaz de la tesorería de los grupos de empresas, dotados de la versatilidad necesaria para dar solución a los requerimientos concretos de cada cliente.